La educación tradicional es aquella educación en la cual todos los saberes en el niño son transmitido, y su aprendizaje es mecanizado sin hacer en el ningún cambio ni transformarlo en un ser critico, analítico ni reflexivo.
El modelo educativo tradicional se centra en la elaboración de un programa de estudios, sin demasiados elementos adicionales ya que no se tienen en cuenta de forma explícita las necesidades sociales ni la intervención de especialistas, entre otros factores.
Este modelo educativo contempla la figura del profesor (que cumple un papel activo), el método (la clase tipo conferencia), el alumno (con un papel receptivo) y la información (los contenidos presentados como distintos temas).
En este sentido, el modelo tradicional presenta una escasa influencia de los avances científico-tecnológicos en la educación, por lo que resulta algo limitado en la actualidad. De todas formas, se reconoce su utilidad como base pedagógica en la formación de diversas generaciones de profesores y de alumnos.
¿QUE ES LA EDUCACIÓN A DISTANCIA?
Un sistema tecnológico de comunicación bidireccional, que puede ser masivo y que sustituye la interacción personal en el aula de profesor y alumno como medio preferente de enseñanza, por la acción sistemática y conjunta de diversos recursos didácticos y el apoyo de una organización y tutoría, que propician el aprendizaje independiente y flexible de los estudiantes.
La idea de que este sistema tecnológico de comunicación puede ser masivo tiene una consecuencia directa sobre sus costes. La educación a distancia requiere fuertes inversiones iniciales, pero al poder aplicársela la denominada economía de escala (cuantos más usuarios mayor abaratamiento) resulta ventajosa en este sentido frente a la educación presencial.
El hecho de que la educación a distancia pueda ser masiva no implica necesariamente masificación en su funcionamiento. Si el sistema está ajustado convenientemente la interacción alumno-profesor puede ser individualizada. La ventaja está en la posibilidad de extender el mensaje educativo a muchas personas situadas en muchos, muy diversos y muy dispersos lugares.
La característica más evidente de la educación a distancia es que sustituye la interacción personal en el aula de profesor y alumno. Esto podría enunciarse de otra manera, indicando que la educación a distancia modifica el sistema tradicional de interacción profesor-alumno, que tiene al aula como ámbito específico y simbólico. Dicha interacción, característica de la educación presencial, implica que el proceso de enseñanza-aprendizaje se produce en un espacio y en un tiempo compartidos por docente y discente. La educación a distancia permite separar los espacios y diferir los tiempos en los que ambos intervienen.
Lo indicado anteriormente no implica ausencia de interacción personal entre alumnos y profesores en esta modalidad. El hecho de que no interaccionen directamente en el mismo espacio y en el mismo tiempo, no significa que no lo hagan. Supone simplemente que, en la mayoría de las ocasiones, se han sustituido los métodos de interacción directa (propios de la modalidad presencial) por métodos de interacción indirecta característicos de la modalidad a distancia.
Estos métodos de interacción indirecta entre alumno y profesor suponerla acción sistemática y conjunta de diversos recursos didácticos y el apoyo de una organización y tutoría. No hay modo de llevar a cabo procesos de enseñanza-aprendizaje eficaces separando a los actores de los mismos en el espacio y en el tiempo, sin poner en juego una serie de recursos didácticos específicos, organizados sistemáticamente. Entre estos recursos didácticos específicos conviene resaltar el de la tutoría, por ser de todos ellos aquél en el que tiene lugar una interacción directa entre docente y discente, aunque su función sea diferente de la clase tradicional propia de la enseñanza presencial.
El resultado de esta acción sistemática y conjunta es la consecución de un aprendizaje independiente y flexible. La independencia en el aprendizaje está íntimamente relacionada con el nivel de conocimientos que posea el estudiante: será más factible cuantas mayores habilidades cognitivas haya alcanzado y cuantos mejores aprendizajes previos específicos haya realizado.
La posibilidad de flexibilidad en el aprendizaje es el gran activo de la educación a distancia. La propia naturaleza de esta modalidad implica partir de la idea de que cada alumno ajustará su ritmo de progreso en el aprendizaje a sus propias características, ya sean éstas de tipo estructural (habilidades cognitivas, aprendizajes previos...) o de tipo coyuntural (tiempo disponible, dificultades imprevistas...).
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